Helloween - Master Of The Rings


1994, año crucial para que la escena metalera mundial demostrara que el Heavy Metal no estaba muerto...sino que andaba de parranda. Sin duda que fué un año muy especial, ya que Gamma Ray nos regalaba y deleitaba con su obra maestra Land of the Free, y Helloween , con nuevo line up tenía la senda tarea de reivindicarse a sí misma como banda. Punto uno: Michael Kiske dejaba la banda, al igual que el batero Ingo Schwitzenberg. Uli Kusch, quien fuera el batero del ya mencionado disco de Gamma Ray y un desconocido Andi Deris debían cubrir aquellas bajas.

Con esa panorámica Helloween da luz a uno de sus hijos predilectos (o al menos por parte mía). Luego de obras como el Chameleon y el Pink Bubbles Go Ape, que fueron intentos de Helloween por encontrar un sonido propio, ya que Kai Hansen había desertado por diferencias musicales, la banda de la calabaza pudo finalmente encontrar un sonido propio, que no distorsione al esencia de la banda, pero que no copie lo hecho en los Keeper of the Seven Keys.

Irritation es la intro del album, y como tal, cumple el rol de hacernos ESPERAR, ansiosamente, el inicio del álbum. Sole Survivor ¡qué temazo!, comienza imponente, con mucha personalidad, fuertes baquetazos, guitarras muy rockeras, con un Andi Deris gritando que esto es para "entretenerlos a todos...y que el sabe cómo hacerlo". Qué sentimiento pone al momento de cantar las primeras líneas de este tema, que no es rápido, es una canción muy elaborada, con un gran desplante del señor Kusch y de las segundas voces de Roland Grapow se puede decir lo mismo. Partimos bien.

Where the Rain Grows es el tema que definitivamente se encarga de decirle a todos los escépticos que no creyeron en este nuevo Helloween lo equivocados que estaban. Una interesante introducción de baterias nos conduce al dezplante de poder de este tema, que luego cesa para que Michael Weikath diga presente con un exelente riff, muy místico. Respecto al coro, qué decir, nada más que emocionante, recordándonos qué es el metal, sentimiento, poder, y emoción. Y en el solo volvemos a oir esas twin guitars tan esquisitas, que ya son marca registrada.

Why? un tema muy ochentero, muy a la onda Guns n' Roses, como para escucharlo en un bar, con un gran trabajo de Deris en las voces, con la inclusión de teclados de fondo. Una oda al rock de los 80.

Mr. Ego (Take Me Down) sigue la línea del corte anterior, igualmente bien logrado, sucio, con personalidad, asquerosamente ochetero. Esto es un indicio que esta versión de Helloween no está centrada netamente en el power metal, sino que se ha propuesto un heavy ochentero con elementos power metal. Mucha influencia en esta decisión debe de haber sido el timbre de Deris, que no tiene nada que ver con lo hecho por Kiske. No puede decirse que es mejor, tampoco peor, simplemente son voces incomparables.

El humor alemanote de los germanos no podía faltar (a esto me refería con la "esencia" de Helloween, a las divertidas e irónicas canciones, como Dr. Stein, Future World, etc.) Ahora el turno es de Perfect Gentleman, que sigue la línea más rockera del disco, con solos medio bluseros con elementos heavy metal y twin guitars powermetaleras, con riffs muy melódicos. Otro buen tema.

The Game is On retoma un poco la senda marcada por los Keepers, mas powermetalero, melódico, alegre, pero sigue siendo mid tempo, con esa ironía lírica, pero que ahora también se plasma en la música, con riffs como de juego de video (de hecho, de eso habla la canción).

La onda más power sigue con Secret Alibi, pero que es más pesado, con riffs gancheros, un Deris utilizando timbres más suaves y agudos, con un puente muy interesante, y lo mismo podemos decir del coro.

Take me Home comienza con un simpático "solo" de bajo, por parte de Markus Grobpkof, al que le siguen unas guitarras igual de simpáticas. Es un tema algo extraño para lo que venía siendo el disco, es más acelerado, pero no deja de ser un buen tema, sin duda que es el más diverso, es power, pero no powermetal, es rockero, una buena forma de quebrar la onda del disco.

In the Middle of a Heartbeat es la balada, quiero recalcar que no me gustaría detenerme mucho en este tema, que no es metalero, es una balada ochentera, bien glamrockera, cebollenta, pero sencilla, no sobreproducida. ¡Una buena opción para cortejar a las nenas!

El disco venía siendo una grata sorpresa, bien diverso, con poder, variación y personalidad. Lo que le faltaba era el manifiesto, destruir toda duda de que Helloween estaba de regreso, con una nueva e interesante protesta. El tema que cierra el disco es ese manifiesto, pero escrito con música. Still We Go es el mejor cierre que el disco pudo haber tenido. Comienza con sonidos como de música para bebes, y de pronto estalla una bomba de metal, veloz, melódico, con toda la banda muy compenetrada, uno nuevo límite que se planteó la calabaza, y esta es la pauta que seguirían posteriormente con los Time of the Oath y el Better Than Raw (Discazos, a propósito), donde el coro manifiesta que siguen en la "carretera del metal" y que Helloween ha vuelto para quedarse. Nota aparte merece la maldita sección de solos de guitarra, ¡ESTO ES HELLOWEEN MIERDA!

Un disco exelente, emocionante, que nos recuerda que el metal está más vivo que nunca, que la segunda mitad de los 90 será espléndida, cosa que efectivamente ocurrió, una nueva concepción del Helloween, que creo que en la época Deris, nunca han decepcionado.

El Master of the Rings acá

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