Iron Maiden - Seventh Son Of A Seventh Son


Bueno, el siguiente disco no podía ser cualquier cosa, y como era el sexto, recordé a Iron Maiden (como si se me ubiese olvidado su existencia), pero para no ser tan obvio no elegí el The Number of the Beast, porque lo que les traigo es un material altamente superior, claro está, sin desmerecer al trabajo ya nombrado. Primero que todo, la elección estuvo condicionada ya que está dedicada al nuevo miembro, mi amigo y compañero de estudios Leonardo Jara Monsalve, quien ya se presentó con uno de sus dibujos y que es un gran seguidor de la "Doncella de Hierro". Segundo, este disco fué editado en 1988, año en el que nací y que por ende, junto conmigo, cumple 20 años de vida. He!.

Ya he mencionado en comentarios anteriores sobre el desafío que implica para una banda aventurarse en un disco conceptual, donde todo, desde el concepto, la música, la atmósfrea y el feeling deben de estar correlacionados, sonar como un todo, como una obra en su conjunto. No me remitiré a hablar de las espectativas del período en que se edito este dico, no tengo autoridad - ni moral - para hacerlo, y de antemano se los digo, este Seventh Son of a Seventh Son es DON disco, un monstruo, un disco que logra destacar por sobre la gran mayoría de las obras de Iron Maiden, y eso es mucho decir.

"Seven deadly sins, seven ways to win, seven holy paths to hell and your trip begins, seven downward slopes, seven bloodied hopes, seven are your burning fires, seven your desires..." Es lo que nos canta Dickinson con unas guitarras acústicas antes de que comienzen unos sintetizadores a la rock progresivo y que estalle la velocidad con Moonchild, que es un tema bastante oscuro y progresivo para lo que venía haciendo Maiden hasta la época, y que habla del nacimiento del séptimo hijo de un septimo hijo, quien era clarividente, mas no podía prever su propio destino, y es la historia que narra este conceptual, pero mi intención aquí no es contarla, sólo introducirla, porque es un DEBER oir esta pieza, asique la invitación ya está hecha, y cuesta sólo un par de clicks.

Infinite Dreams es un tema bastante especial, que es capaz de transmitir demasiadas emociones, y muy distintas. Es de esos temas que aceleran y frenan, pero siempre manteniendo la atmósfera, donde percibimos la calma y la locura. Mantiene la línea progresiva, es un tema con una temática muy profunda,sobre existencialismo, la vida después de la muerte, etc. y eso se siente con la música, el resto, si quieren ir más allá, depende de Uds.

Can I Play With Madness? Es uno de los temas más "simpáticos" que le he escuchado a esta banda, con notas mayores, con mucha onda, ganchero, y que nos habla de lo que le ocurre a un hombre que va a ver al profeta. Un clásico.

Ya que hablamos de clásicos, lo que viene a continuación es el clásico de Iron Maiden por exelencia, y digo el clásico por exelencia porque si bien muchos dicen que es The Number of the Beast o Run to the Hills o incluso The Trooper, del Piece of Mind, pero The Evil That Men Do merece toda una sección aparte, tiene todas las características clásicas de Maiden, riffs galopados, fuerte, melódico, un Dickinson probando texturas distintas con su voz, pero la emoción de este tema supera a todos los otros "titanes" mencionados antes. Sobre su temática, el título dice mucho. TEMAZO.

Rime of the Ancient Mariner y Hallowed be thy Name eran los temas épicos de Maiden por exelencia, pero lo que se viene a continuación nos hace incluso revisar el conceto de "épico", y es que el tema que le da título a esta placa no podía ser menos. Seventh Son of a Seventh Son nos traslada por pasajes oscuros, melodías épicas, arreglos, momentos de calma y narraciones, un tema denso, que si bien gusta de entrada, es difícil comprenderlo y digerirlo en su plenitud.

The Prophecy es el tema más débil del disco, pero no por ello no es ad-hoc, es un buen tema y que cumple su función, que es continuar la saga. No se malentienda, no es un tema simplón, sólo que es más de la linea de los discos anteriores de Maiden, muy bien ejecutado, pero el karma de este corte es la canción anterior.

El gran jefe, Steve Harris nos introduce con su bajo a The Clairvoyant, un tema que suena muy fresco, muy a la onda de Infinite Dreams, con una mística similar, con un interesante coro, y que presenta varios cambios de ritmo, de los más progresivos no sólo por los quiebres, sino que tiene mucha influencia de las bandas de rock progresivo, como Yes, Marrillion, en el sentido de que no es un tema "pesado", es "feliz" y más liviano. Muy buen tema.

El final es de antología, porque Only the Good Die Young es el tema más poderoso del este album, galopado y melódico, más directo que todos los anteriores, a la vena, pero siempre manteniendo esa línea media progresiva, y que a medida que se nos acaba la canción, vuelven los sonidos y narraciones del comienzo del album: "Seven deadly sins, seven ways to win, seven holy paths to hell...seven downward slpoes, seven blodied hopes, seven are your burning fires, seven your desires..."

¿Cuál es el mejor disco de Iron Maiden? Piece of Mind, Powerslave, The Seventh Son of a Seventh Son, son todas obras que merecen dicho título, no pretendo ser yo quien resuelva la interrogante, de hecho, no creo que pueda ni deba ser resuelta. Una cosa es cierta, Seventh Son of a Seventh Son debe, por obligación estar en la lista, ya que es un gran disco desde el primer "seven deadly sins" hasta es último "seven your desires".

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