Hola, como anteriormente había comentado el disco de Avantasia, donde resalte la participación de Jorn Lande, he decidido subir este, el segundo disco de su ex banda Masterplan, conformada por los ex-Helloween Roland Grapow y Uli Kusch (Buena triada, ¿no?). Este Aeronautics dista bastante de la propuesta del album debut, el cual era más directo, muy potente, directo a la vena.
En esta ocasión se da el espacio para que podamos precibir todo el feeling que Lande le imprime a su voz, a su potente y raspada voz. El giro apunta hacia elementos más hard rockeros, más de la onda de los discos solisas de Lande, pero con la clara influencia de Grapow y Kusch, quienes han tomado este rumbo a propósito de no repetir la fórmula pasada, y la verdad de las cosas, el resultado es un tremendo disco, de esos que se deben de tener en el auto guardaditos y así ponerlos cada vez que se salga a alguna parte.
Unas sirenas nos introducen al primer track Crimson Rider que evoca el concepto del título del album. Es un ganchero mid tempo, muy interesante, sencillo pero efectivo, con deslumbrantes solos de guitarra por parte de Grapow.
A continuación viene el single Back for my Life, que es un tema netamente rockero, algo atmosférico, ganchero con ciertos elementos algo más pesados, con letras muy romanticonas, pero siempre con esa actitud rockera, de un tipo que le pide perdon a su novia por ponerle los cuernos, justificando su acción en la embriaguez. ¿Cuántos se sintieron identificados?
La velocidad y la melodia combinadas dicen presente por vez primera en la alegre y poderosa Wounds, que nos muestra a un Lande en una faceta más powermetalera, cantando en tonos más altos de lo común, pero sin forzar la voz, todo resulta muy natural y con mucho feeling. Llama la anteción que hasta este momento el disco gusta de entrada, es directo, no muy complejo, sin tantos arreglos ni una producción exagerada.
I'm Not Afraid es uno de los grandes temas del disco, pese a que todos sean muy buenos, el elemento Lande explotando su voz al máximo lo hace distinto. Comienza con una pequeña intro instrumental, evolucionando hacia un tema muy hard rock, pero mas calmado. Después del melodico coro, Lande nos deleita con su gran potencial vocal, culminando en potencia melodica, con estrafalarios solos y cambios de ritmo.
Headbanger's Ballroom sigue la linea de Back for my Life, sencillo y rockero, con buenos coros, un exelente trabajo de Kusch en las baquetas. Es un tema que tiene una estructura simple, pero que cuando llegamos al final, explota elocuentemente en una sección donde todos y cada uno de los musicos exhibe sus habilidades.
After This War sigue la linea de tema pesudo romántico rockero, ganchero y poderoso, pero esta vez el coro es un poco más meloso, no obstante la voz de Lande le da esa sensación especial, con mucho sentimiento, que hace que cada frase nos llegue hasta lo más profundo, que la sintamos en el pecho vibrar una y otra vez. Otro buen tema.
Todo el disco está muy bien cohesionado, no hay elementos que sobren, y como se trata de un trabajo enfocado en el rock, sorprende mucho oir un tema como Into the Arena, que simplemente vuela la cabeza, derrochando poder, melodías, velocidad y por sobre todo, feeling, palabra que a estas alturas podría resumir el disco en su conjunto. Si Lande nos había sorprendido en los temas anteriores, lo que hace especialmente en este tema es infartante. No apto para cardiacos, porque este tema es extremadamente vertiginoso.
Dark From the Dying es otro rockero y melodico mid tempo, donde Lande ya nos ha convencido de que es uno de los mejores volcalistas de la escena hoy por hoy. Lo de Grapow y Kusch tambien es interesante, con ritmos a vees cambiantes y a veces utilizando pocas y sencillas notas, las que igualmente cautivan.
Acercandonos al final, un tema mid tempo a la power metal, Falling Sparrow combina magistralmente la voz hardrockera con el "happy metal", dandole la oportunidad a Lande de utilizar tonos graves y poder dramatizar un poco más es asunto. Muy buen tema.
Un buen disco es un buen disco de principio a fin, pero en el caso de este, el final es exelente, perfecto, es sin dudas el mejor tema del album. Black in the Burn es de corte más progresivo, un tema extenso (10 min. aprox.) con muy buenos estribillos, cambios de ritmos, melodias, un fascinante coro, momentos de tensión, de calma, a veces un poco agresivo. Un combo de muchos pasajes muy bien cohesionados, donde toda la banda demuestra pirotecnicamente su calidad musical...y a lo de Lande ni me quiero referir, monstruo!
En definitiva, es un disco muy diferente al album debut, lástima que Lande haya desertado, pero por otro lado sus discos solistas no estan nada mal. Es un trabajo muy completo, que gusta tanto a los amantes del rock ochentero y a los más fans del powermetal y el heavy.
En esta ocasión se da el espacio para que podamos precibir todo el feeling que Lande le imprime a su voz, a su potente y raspada voz. El giro apunta hacia elementos más hard rockeros, más de la onda de los discos solisas de Lande, pero con la clara influencia de Grapow y Kusch, quienes han tomado este rumbo a propósito de no repetir la fórmula pasada, y la verdad de las cosas, el resultado es un tremendo disco, de esos que se deben de tener en el auto guardaditos y así ponerlos cada vez que se salga a alguna parte.
Unas sirenas nos introducen al primer track Crimson Rider que evoca el concepto del título del album. Es un ganchero mid tempo, muy interesante, sencillo pero efectivo, con deslumbrantes solos de guitarra por parte de Grapow.
A continuación viene el single Back for my Life, que es un tema netamente rockero, algo atmosférico, ganchero con ciertos elementos algo más pesados, con letras muy romanticonas, pero siempre con esa actitud rockera, de un tipo que le pide perdon a su novia por ponerle los cuernos, justificando su acción en la embriaguez. ¿Cuántos se sintieron identificados?
La velocidad y la melodia combinadas dicen presente por vez primera en la alegre y poderosa Wounds, que nos muestra a un Lande en una faceta más powermetalera, cantando en tonos más altos de lo común, pero sin forzar la voz, todo resulta muy natural y con mucho feeling. Llama la anteción que hasta este momento el disco gusta de entrada, es directo, no muy complejo, sin tantos arreglos ni una producción exagerada.
I'm Not Afraid es uno de los grandes temas del disco, pese a que todos sean muy buenos, el elemento Lande explotando su voz al máximo lo hace distinto. Comienza con una pequeña intro instrumental, evolucionando hacia un tema muy hard rock, pero mas calmado. Después del melodico coro, Lande nos deleita con su gran potencial vocal, culminando en potencia melodica, con estrafalarios solos y cambios de ritmo.
Headbanger's Ballroom sigue la linea de Back for my Life, sencillo y rockero, con buenos coros, un exelente trabajo de Kusch en las baquetas. Es un tema que tiene una estructura simple, pero que cuando llegamos al final, explota elocuentemente en una sección donde todos y cada uno de los musicos exhibe sus habilidades.
After This War sigue la linea de tema pesudo romántico rockero, ganchero y poderoso, pero esta vez el coro es un poco más meloso, no obstante la voz de Lande le da esa sensación especial, con mucho sentimiento, que hace que cada frase nos llegue hasta lo más profundo, que la sintamos en el pecho vibrar una y otra vez. Otro buen tema.
Todo el disco está muy bien cohesionado, no hay elementos que sobren, y como se trata de un trabajo enfocado en el rock, sorprende mucho oir un tema como Into the Arena, que simplemente vuela la cabeza, derrochando poder, melodías, velocidad y por sobre todo, feeling, palabra que a estas alturas podría resumir el disco en su conjunto. Si Lande nos había sorprendido en los temas anteriores, lo que hace especialmente en este tema es infartante. No apto para cardiacos, porque este tema es extremadamente vertiginoso.
Dark From the Dying es otro rockero y melodico mid tempo, donde Lande ya nos ha convencido de que es uno de los mejores volcalistas de la escena hoy por hoy. Lo de Grapow y Kusch tambien es interesante, con ritmos a vees cambiantes y a veces utilizando pocas y sencillas notas, las que igualmente cautivan.
Acercandonos al final, un tema mid tempo a la power metal, Falling Sparrow combina magistralmente la voz hardrockera con el "happy metal", dandole la oportunidad a Lande de utilizar tonos graves y poder dramatizar un poco más es asunto. Muy buen tema.
Un buen disco es un buen disco de principio a fin, pero en el caso de este, el final es exelente, perfecto, es sin dudas el mejor tema del album. Black in the Burn es de corte más progresivo, un tema extenso (10 min. aprox.) con muy buenos estribillos, cambios de ritmos, melodias, un fascinante coro, momentos de tensión, de calma, a veces un poco agresivo. Un combo de muchos pasajes muy bien cohesionados, donde toda la banda demuestra pirotecnicamente su calidad musical...y a lo de Lande ni me quiero referir, monstruo!
En definitiva, es un disco muy diferente al album debut, lástima que Lande haya desertado, pero por otro lado sus discos solistas no estan nada mal. Es un trabajo muy completo, que gusta tanto a los amantes del rock ochentero y a los más fans del powermetal y el heavy.
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