Stratovarius - Polaris


No me es posible comenzar este review sin mencionar de antemano el hecho de que con el tiempo he tenido una relación de amor/odio con Stratovarius, soy un fan acérrimo de la banda con su discografía hasta el 2000, de ahí en adelante, sólo discos mediocres con fórmulas más que repetidas, canciones tediosas y melosas, sobreproducidas y por sobre todo aburridas.

La gran novedad de este Polaris es que la banda ya no cuenta con Timmo Tolki, el guitarrista fundador de la banda y compositor por exelencia (el 95% de las canciones de la banda tiene sus créditos en la música). y Jari Kainulainen, ese intrépido bajista que seguía las escalas de Tolki y Johansson como si nada, había optado por el camino del matrimonio y desertó de la banda.

Entre tanto se armó un lío judicial que culminó con Tolki otorgándo los derechos del nombre Stratovarius a Kotipelto y cía. Parecía raro entonces que se editara un nuevo disco de una banda con el nombre de Stratovarius, el concepto con el que nos fuimos mimetizando parecía ya desvanecido, Tolki incluso traspasó a su nueva banda Revolution Renassaince el símbolo de la flor de Liz y si se fijan en el lgo de la banda en la carátula del Polaris, aparece algo así como la osa mayor.

Toda esta polémica no causaba sino expectación por ver si Stratovarius seguía con vida o ya había pasado a la historia. Debo decir que antes de haber escuchado el álbum prefería lo segundo.

Deep Unknown es el single y el tema que da inicio a Polaris y, créanme, esta banda amigos suena tal y como Stratovarius, es decir, mantiene el concepto intacto, sin Tolki el sonido se mantiene como el de los viejos tiempos. Gran valor este desconocido guitarrista llamado Matias Kupiainen, que está a la altura de la tarea, melódico, veloz y que logra imprimir esa misma onda neoclásica a su guitarra, tal y cual lo hacía Tolki. En la canción se nota un sonido más sofisticado y moderno, pero que tiene claras reminiscencias a discos como el Episode y quizás también algo del Infinite, un gran comienzo, pese a que no es un tema netamente ganchero y cuesta digerirlo.

Falling Star ya nos recuerda al Episode, en temas como Infinity, de la onda mid tempo, con mucho protagonismo de los teclados, con guitarras acústicas, que suena como místico y misterioso, con un inspiradísimo Kopitelto a la hora de encontrar buenas melodías a las lienas vocales. A esta altura ya se nota que estamos frente a un buen disco y que hubo un esfuerzo por cumplir, y que bochornos como el Stratovarius (el disco homónimo del 2005) no se volverían a repetir.

Continuamos con King of Nothing, que sigue la línea del corte anterior, con mucho énfasis en los teclados y en tiempos lentos que le dan un toque progresivo al álbum, y que por lo mismo no deja de recordarme al Episode, pero con un sonido diferente, como ya dije, más sofisticado.

¿Black Diamond versión silgo XXI? No!, Blind, que es un corte especial porque comienza con el mismo efecto de teclados que Black Diamond, y es el primer corte rápido del disco, es una clara referencia al Visions del 97, pero que peca en el coro, que es execivamente feliz y pierde potencia y atmósfera, cualidades que hacen que Black Diamond sea un tema tan especial. No obstante estamos frente a un buen tema, pero que puede desvalorizarse un poco justamente por la inevitable comparación con el tema del Visions.

Winter Skies es otro mid tempo que comienza con teclados fríos y atmoféricos, volviendo a la línea general del disco, mid tempos progresivos con una estampa a lo Episode, pero que no parece una copia de antaño, sino que más como una declaración de que sin Tolki Stratovarius está más vivo que nunca.

En el siguiente corte Kupiainen se luce con un potenete riff acompañado de los teclados de Johansson, que se acoplan a la perfección, altiro se nos viene a la mente Speed of Light o Legions of the Twilight. Forever is Today es bastante mejor que el primer corte rápido del disco, pero que también tiene un problema en los coros, esta vez son más potentes pero carecen de emoción y de intensidad, quizás añadirle voces de fondo hubiesen ayudado un poco. Sin embargo es un muy buen tema.

Debo admitirlo, Higher We Go es mi placer culpable de este disco, es el Stratovarius en su versión más ganchera y "oreja", es imposible no encontrale parecedio a Eagleheart y a Learning to Fly (los únicos buenos temas del Elements 1). Esta faceta de la banda es un poco más comercial, pero "por la chita" que efectivos son. Melódico y medio tiempo que varía con potentes y melódicos coros. Debe ser el mejor tema del disco, tiene que serlo, es de los temas de Stratovarius que cualquier persona los disfruta y que se les queda pegado una semana de corrida.

Somehow Precious es la "power ballad", que suena un poco forzada pero que no cae en la melosidad y la ñoñería, no es el tema cebolla con tonos ultra altos, y por lo mismo dentro de la línea del disco "pasa piola" no nos molesta oirla y como momento de relajo sirve y bastante.

Emancipation Suite (part 1 Dusk) es un tema un denso y potente con intermedios tranquilos tipo Episode , es otro buen tema pero que no destaca mucho dentro del disco, pero lo importante es que sigue sonando a Stratovarius.

La continuación del corte anterior es Emancipation Suite (part 2 Dawn) es un tema un de la misa línea pero sin partes potentes, y quizás un poco más melódico, y por lo mismo es más fácil digerirlo que el anterior, es un bello tema.

When Mountains Fall es el último corte del álbum y es un cameo de Forever, la bella balada que cierra el Episode, asique aquí tenemos la referencia directa de que este disco está muy inspiriado en el Stratovarius de antaño. Comienza con violines y guitarras acústicas. Es un bello tema, suena muy parecido a Forever, tiene mucho feeling y si te gusta Forever este tema también lo hará.

En síntesis, Polaris manifiesta que Stratovarius no necesita a su fundador para prevalecer, es un muy buen disco, no una obra maestra ni será el disco del año. Es Stratovarius volviendo a sus raíces.

Polaris acá

Pass: dreamchaser

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