Avantasia - The Scarecrow



Muchas expectavivas habían rondado el lanzamiento de esta nueva entrega de Avantasia, la cual ya no sería apellidada como un "Metal Opera", y que segun lo que se había oído con el single de Lost in Space se nos auguriaba un giro completo, un cambio de rumbo, desde el power metal tan esquisito y épico que nos entregaron las Metal Opera I y II hacia algo así como un hard rock algo meloso, un poco cliché pero aún así simpatico y agradable. No es lo que más hubiesemos deseado, pero con Tobias Sammet nunca se sabe, porque el tipo sabe lo que hace, y porque nunca ha decepcionado.

Antes de entrar de lleno en el review, ha de comprenderse que tal y como venía sucediendo con Edguy (banda liderada por Sammet) la poesía, la lírica y el sonido renacentista se habían dejado de lado por tópicos y sonidos más rockeros, y en el caso de The Scarecrow ocurre algo similar, pero no exactamente lo mismo. Se me ocurre que la diferecia entre los The Metal Opera y el presente disco se puede explicar tal y como comparamos "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha" con "El Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha", ¿¡bajo qué condiciones podemos sustentar una comparación de esa calaña!? (quizás Cervantes s deba estar revolcando en su tumba en este mismo instante, pero no con mucha razón) .

Lo que ocurre es que en los Metal Opera el sonido es renacentista, feliz, powermetalero y alegre, donde se nos narra un viaje épico, hacia una nueva dimensión, donde se resalta el espiritu humano como algo positivo -pese al conflicto que se presenta -, donde resaltan valores positivos, y que se imprime en la música. Y, tal y como ocurre con la segunda parte del Quijote, todo humor se reemplaza por un ambiete más oscuro y depresivo, el lado triste del viaje del Quijote, y que en el caso del The Scarecrow ocurre de manera similar, donde se nos narra la historia (pseudo autobiográfica) de un joven que no veía al mundo de la manera convencional, pero que era talentoso, pero que al ser diferente se sentía ajeno al mundo, y es ahí donde se le aparece el Diablo, a quien le vende su alma a cambio de fama, como el propio Sammet dice en el libro del disco, esta historia es como su propio Fausto. Una vez entendido eso se puede comenzar a oir al The Scarecrow y lograr disfrutarlo sin el prejuicio de que "no es power metal".

El disco comienza con al oscura Twisted Mind donde aparece Roy Khan (Kamelot) haciéndolas de narrador, introduciendo la historia luego de oscuros riifs, algo freaks y psicodelicos, a mid tempo, a los que sigue la voz de Tobias Sammet , y que explota en poderosos coros , oscuros y enigmáticos, que explican cómo se siente nuestro personaje respecto al mundo en el cual se circunscribe. Buen inicio, muy heavy metal, que dista mucho de lo que hubiesemos esperado al oir el single Lost in Space.

El segundo tema es el homónimo, y que dura 11 minutos. The Scarecrow comienza con violines medievales, con un toque medio celta y folk que evolucionan a un mid tempo, donde Sammet cuenta que el personaje no ha tenido exito en el amor, que siente incomprendido, que añora tener fama y éxito a todo costo. La segunda estrofa es interpretada por nada más ni nada menos que Jorn Lande (ex-Masterplan), y que ya es archiconocido por su bastarda, maldita e incomparable voz. ¡qué feeling!, con tonos suaves, matices oscuros, con potencia bien medida, pero lo mejor viene al final del tema. Luego del interludio y la sección de solos de guitarra a manos de Sacha Paeth (ex-Heaven's Gate, Aina) el tema tiene un quiebre, donde comienza una serie de dialogos (cantados) por Sammet y Lande en medio de una explosivo y rockero fondo, donde ambos dan cuenta de su potencial vocal, y lo de Sammet es bueno, pero lo de Lande es otra cosa, con tonos altos, raspados pero muy nitidos, nos deleita hasta el final, uno de los mejores momentos del disco.

Los atisbos powermetaleros, de esos que tanto nos gustan, aparecen por vez primera en Shelter From The Rain, tema que para colmo, cuenta con la participación del mítico Michael Kiske (ex-Helloween) y Bob Catley (Ex-Magnum), que tiene los típicos coros eufóricos Sammet.inc, con riffs que recuerdan un poco (sólo un poco) a las entregas anteriores. Buen tema, a la vena, dedicado a los escepticos que no esperaban elementos de este estilo en el disco.

El tema anterior sirve además como excusa para Carry Me Over tema romantico, de hecho es una balada rockera que narra el momento en que nuestro personaje se enamora y nos cuenta su experiencia. Creo que es lamentable que este tema sea el segundo single, pese a ser oreja, creo que el disco ofrece material mucho más interesante, y que en definitiva los dos sencillos nos crean prejuicios absurdos de lo que es el disco en general, y sobre todo si revisamos el material bonus de los dos singles, con exelentes temas más a la vena. Pero bueno, el disco debe seguir una historia y eso nos explica el curso de lo musical.

What Kind of Love sigue la temática romantica, pero no debe denominarse una balada propiamente tal, ya que esmás sinfónico, con una hermosa e inspiradora voz de Amanda Sommerville, que nos cautiva, nos hace cerrar los ojos e introducirnos en un mundo de retrospección, y que habla del quiebre amoroso entre nuetro personaje y su amada, quien lo deja para protejerlo de la desilución y el dolor. No es para nada rockero, tampoco es pop, es quizás un poco a lo Enya, muy atmosférico, y que quizás a cueste digerirlo, puesto que viene justo después de una balada, pero de todos los temas no-metal en el disco debe ser el mejor.

El poder regresa de la mano de Jorn Lande en Another Angel Down, que es un tema heavy-power metal con elementos hard rock a mid tempo, muy encendido y melodico, donde Lande las oficia del diablo que ha corrompido completamente al personaje principal, ofreciendole la añorada oportunidad de fama, donde sería apreciado por todos. Es un muy buen tema, algo convencional eso si, pero la participación de Lande le da otros matices, haciéndolo más interesante y emocionante, sin despreciar a la voz de Sammet, pero, como ya he dicho, la voz de Lande es incomparable.

Una increíble y grata sorpresa nos llevamos en The Toy Master que sigue la linea de Twisted Mind, pero con sonidos algo arábicos, y que cuenta con la participación del maestro Alice Cooper, quien con su peculiar voz encarna al "toy master", enseñandole al protagonista como manipular a la gente, todo dentro de una atmosfrea algo cirquense y surrealista, incluso media terrorifica. Uno de los puntos más altos del disco.

¿Que ocurriría si mezclamos las poderosas, voloces y melodicas guitarras de Kai Hansen, la poderosa y emocionante voz de Jorn Lande y uno de los mejores coros creados alguna vez por Tobias Sammet en una sola canción? La respuesta: una bomba. Devil in the Belfry es de esos temas de antología, con estrofas calmadas e intrigantes y con los malditos coros que nos revientan el pecho, llenos de emoción, que hacen que el corazón bombee más rápido, asquerosamente poderoso, un cuasi-himno. Aquí el protagonista es inducido por el diablo a vivir ajeno del amor y le dice que para qué preocuparse de la mujer que lo dejó si ahora es un heroe, un símbolo, amado e idolatrado. A modo personal, me parece que este tema es lejos, muy por lejos, lo mejor del album, ya que conmesura todos los elementos de un tema power metal, combinados con heavy, solos y coros antológios, riffs pesados y melódicos, veloces baterias, y que media entre una tensión reprimida que explota en el eufórico coro ya descrito. De hecho, es de los mejores temas que escuchado a manos de Sammet, y mucho de esto tiene que ver la participación compositiva en los riffs por parte de Hansen y la voz de Lande, quien a estas alturas ya se robó la película.

Cry Just a Little es la balada, propiamente tal, del disco. Muy a la onda de Edguy, pero con coros acompañados de voces femeninas le dan un toque a lo menos más creativo, y que no recae mucho en la monotonía, y que dado el tema anterior, nos viene muy bien como respiro. Aquí continua el drama amoroso y la contradicción interna por la que atraviesa nuestro personaje.

Cock Rock a la vena con I Don't Believe in Your Love, que es un tema que viene a renegar todo atisbo de amor que alguna vez sintió nuestro personaje (el título lo dice todo) y que incluye la gran participación de Oliver Hartman (ex-At Vance), quien además aporta las guitarrasc ritmicas en este tema, y que le dan su toque a lo Rainbow. Este tema tambien desencandena en un portentísimo coro, más rockero, melódico que nos canta "I don't believe in your love...don't give a fuck for roses!" (frase para el bronce).

El tema que cierra el disco es el ya comentado single de Lost in Space, que cuenta con muchos elementos cercanos al pop, pero que ya habiendo comprendido el tema dentro de su contexto, es decir, el disco completo, nos da una sensación muy diferente. Así como la redención al final del Fausto de Goethe, así como la concialiación del Quijote y la cordura en su lecho de muerte, nuestro personaje se da cuenta de que habia estado "perdido en el espacio" o lo que viene a ser lo mismo, que no estaba con los pies en la Tierra, donde se da cuenta por lo que pasó y todo lo que perdió...


En resumidas cuentas, creo que este The Scarecrow no debe ser comparado con los The Metal Opera, es otra historia, otra música, otro motivo literario. Musicalmente además, recomiendo dejar de lado los prejuicios y disfrutar lo que se entrega sin sperar nada particular. Si se quiere power metal, lo habrá, asi que tranquilos. Pero debo recalcar que no se trata de un disco netamente de power metal, de hecho, hay más elementos hard rock y soft rock con atmósferas más oscuras y penosas que felices y power metaleras.

The Scarecrow aquí


Pass: Isiladan

2 comentarios:

Anónimo dijo...

totalmente Gay y popera tu critica, todo cambio noes para bien, tobias es un vendido, sus tonos de voz no son los de antes, ha traicvionado a los powermetaleros, Edguy y Avantasia ya murieron, gracias por matarlos Tobias.

Anónimo dijo...

Me parece que tu comentario es execivamente mamón, ya que dices que te sientes traicionado porque Tobias Sammet sacó un album que fuera más orientado al rock y no tan "kindergarden metal".

Mejor ve a buscar tus discos de Sonata Arctica, de seguro es tu banda favorita...y que es realmente gay y popera. IMBECIL