Francamente, al anterior entrega de Kreator (dioses del trash eurpeo), me refiero al Enemy of God, no me había convencido del todo, incluso me dejó un poco decepcionado. Ahora bien, no quiero que lo anterior se mal entienda, lo que quiero decir es que si bien es un muy buen disco, no me pareció un buen disco para una banda como Kreator, no así el Violent Revolution, que is bien incorporaba bastantes arrgelos melódicos, la fuerza permaneció intacta, de hecho, fué como un nuevo respiro de vida para la banda. En enemy of God se centran mucho en las melodías y las figuras, dejando un poco de lado la potencia.
Hordes of Chaos bien puede tomar algunos elementos del Enemy of God y otros del Violent Revolution, pero los supera con creces, en buen chileno, les da mil patadas en la raja, porque este, señores -y señoritas (en caso de que si alguien lee esto así no se sienta ofendid@) - es un tremendo disco, tanto así que me arriesgo a decir que es de los mejores de la banda, y por consiguiente, del género. Ahora vale preguntarse ¿qué tiene de nuevo o de bueno para que yo haga tal aseveración? La respuesta amigos, yace en una perfecta simbiosis entre brutalidad, técnica, melodía y pasión, porque este no es un disco de esos que se hacen pensando en cumplir contratos o solo por sacar albums y decir que la banda aún existe. Los Kreator se tomaron su timpo, casi cuatro años para regalarnos esta joyita. (Si ni el título ni al artwork los convencen, esperen a la música).
Hordes of Chaos (a necrologue for the elite) comienza con una intro que bien puede sonar como The Patriarch, incluso comienza similar a Reconquering the Throne, pero más directa, con más pasajes, combinando solos heavymetaleros y sucios, con harto wah-wah, con un Mille Petroza degarrando su garganta en cada palabra. Una bomba.
Pegadito al corte anterior, unos doble bombos de Jurgen "Ventor " Reil dan inicio a Warcurse, otro machacazo de violencia melodica, que suna un poco más caótico, con un coro digno de un mosh, pero de esos ochenteros, como los que hacían los punks. A diferencia del corte anterior, este uede onar un tanto más técnico y ortodoxo en lo que a trash metal refiere, lo que no viene nada de mal.
Un cominezo a medio tiempo para Escalation, que sigue un poco la linea del Enemy of God, al menos hasta las estrofas, porque los coros en este corte -y en el disco en general- son de los más potentes que nos ha entregado Kreator versión siglo XXI.
Arpéjios melódicos y una suave y oscura voz de Petrozza introducen a Amok Run, que se va prendiendo de a poco, con harta tensión, para destallar en uno de los mejores cortes del disco, con riffs melódicos que se ven interrumpidos por una sinfonía destructora y agobiante. Tanto así, que mientras escribo este párrafo puse 3 veces la canción.
Destroy What Destroys You, es de los clásicos temas trasheros a medio tiempo, bien densos y pesados, pero con interesantes riffs que le dan un toque particular, y con otros riffs sacados del Pleassure to Kill, o sea, asesinos.
Radical Resistance continua la línea de potencia y poder, pero esta vez el coro está hecho para ser cantado en vivo, a todo pulmón, emocionante a más no poder, muy prendido y fuerte. Además este tema incorpora exelentes trancisiones melódicas que lo hacen otra de las grandes joyas del disco.
A continuación, un tema un poco más parejo, Absolute Misanthropy un tema más convencional y ochentero, sin duda que es un buen tema, solo que es una fórmula repetida, pero efectiva. A mi parecer Kreator se ha logrado reinventar, y quizás estas reminiscencias al pasado sean buenas, mientras sean eso, un paseo por el pasado, así que es un tema como para la nostalgia de los años de cuero, cerveza y moshs.
To the After Burn comienza algo predecible y monótono, pero cuando llegamos al coro, encontramos un elemento no explorado por esta banda, y que es el uso de segundas voces, y que si bien se usaron en su etapa más experimenental, nunca las habían combinado en un tema trashero, con hermosos leads de fondo, y además el ritmo es muy batallero, como para salir a una revuelta y dejar "la mansa cagá".
Corpses of Liberty es un instrumental que funciona como interludio para el último corte -y gran corte - del album, Demon Prince, que comienza con riffs muy heavymetaleros, incluso épicos y algo powermetaleros, pero que obviamente explotan en pesados y veloces riffs, bien técnicos, con coros brutales y melódics gritando por la anarquía "Disobey the opressor!!!". Final de lujo.
Que bueno es saber que una banda tan importante en el, mundo del metal sigue por el buen camino, el de no copiarse a sí misma ni a otras, y que pese a los años, mantnga la potencia intacta, que pueda imprimir sonidos tan frescos y brutales sin aburrirnos, sino todo lo contraio, deleitarnos.
Bajalo HERE
Hordes of Chaos bien puede tomar algunos elementos del Enemy of God y otros del Violent Revolution, pero los supera con creces, en buen chileno, les da mil patadas en la raja, porque este, señores -y señoritas (en caso de que si alguien lee esto así no se sienta ofendid@) - es un tremendo disco, tanto así que me arriesgo a decir que es de los mejores de la banda, y por consiguiente, del género. Ahora vale preguntarse ¿qué tiene de nuevo o de bueno para que yo haga tal aseveración? La respuesta amigos, yace en una perfecta simbiosis entre brutalidad, técnica, melodía y pasión, porque este no es un disco de esos que se hacen pensando en cumplir contratos o solo por sacar albums y decir que la banda aún existe. Los Kreator se tomaron su timpo, casi cuatro años para regalarnos esta joyita. (Si ni el título ni al artwork los convencen, esperen a la música).
Hordes of Chaos (a necrologue for the elite) comienza con una intro que bien puede sonar como The Patriarch, incluso comienza similar a Reconquering the Throne, pero más directa, con más pasajes, combinando solos heavymetaleros y sucios, con harto wah-wah, con un Mille Petroza degarrando su garganta en cada palabra. Una bomba.
Pegadito al corte anterior, unos doble bombos de Jurgen "Ventor " Reil dan inicio a Warcurse, otro machacazo de violencia melodica, que suna un poco más caótico, con un coro digno de un mosh, pero de esos ochenteros, como los que hacían los punks. A diferencia del corte anterior, este uede onar un tanto más técnico y ortodoxo en lo que a trash metal refiere, lo que no viene nada de mal.
Un cominezo a medio tiempo para Escalation, que sigue un poco la linea del Enemy of God, al menos hasta las estrofas, porque los coros en este corte -y en el disco en general- son de los más potentes que nos ha entregado Kreator versión siglo XXI.
Arpéjios melódicos y una suave y oscura voz de Petrozza introducen a Amok Run, que se va prendiendo de a poco, con harta tensión, para destallar en uno de los mejores cortes del disco, con riffs melódicos que se ven interrumpidos por una sinfonía destructora y agobiante. Tanto así, que mientras escribo este párrafo puse 3 veces la canción.
Destroy What Destroys You, es de los clásicos temas trasheros a medio tiempo, bien densos y pesados, pero con interesantes riffs que le dan un toque particular, y con otros riffs sacados del Pleassure to Kill, o sea, asesinos.
Radical Resistance continua la línea de potencia y poder, pero esta vez el coro está hecho para ser cantado en vivo, a todo pulmón, emocionante a más no poder, muy prendido y fuerte. Además este tema incorpora exelentes trancisiones melódicas que lo hacen otra de las grandes joyas del disco.
A continuación, un tema un poco más parejo, Absolute Misanthropy un tema más convencional y ochentero, sin duda que es un buen tema, solo que es una fórmula repetida, pero efectiva. A mi parecer Kreator se ha logrado reinventar, y quizás estas reminiscencias al pasado sean buenas, mientras sean eso, un paseo por el pasado, así que es un tema como para la nostalgia de los años de cuero, cerveza y moshs.
To the After Burn comienza algo predecible y monótono, pero cuando llegamos al coro, encontramos un elemento no explorado por esta banda, y que es el uso de segundas voces, y que si bien se usaron en su etapa más experimenental, nunca las habían combinado en un tema trashero, con hermosos leads de fondo, y además el ritmo es muy batallero, como para salir a una revuelta y dejar "la mansa cagá".
Corpses of Liberty es un instrumental que funciona como interludio para el último corte -y gran corte - del album, Demon Prince, que comienza con riffs muy heavymetaleros, incluso épicos y algo powermetaleros, pero que obviamente explotan en pesados y veloces riffs, bien técnicos, con coros brutales y melódics gritando por la anarquía "Disobey the opressor!!!". Final de lujo.
Que bueno es saber que una banda tan importante en el, mundo del metal sigue por el buen camino, el de no copiarse a sí misma ni a otras, y que pese a los años, mantnga la potencia intacta, que pueda imprimir sonidos tan frescos y brutales sin aburrirnos, sino todo lo contraio, deleitarnos.
Bajalo HERE
No hay comentarios:
Publicar un comentario