Ozzy Osbourne - Bark at the Moon

Si alguien me preguntara por algún disco representativo de Ozzy, me atrevería a decir que ese es Bark at the Moon de 1983. Un disco que no cuenta con ninguno de los dos guitarristas más representativos de su música: Rhoads y Wylde, por lo que podría pensarse que no tiene el sello característico de la música de Ozzy. Sin embargo cuenta con el ex Ratt Jake E. Lee, quien viene a reemplazar al fallecido Randy Rhoads, un guitarrista que a esas alturas ya estaba bastante bien considerado dentro de la escena heavy de los años '80. El toque de Lee es justamente la transición entre los antes mencionados guitarristas, mas esto no es en ningún caso algo peyorativo, pues logra de alguna manera conjugar riffs agresivos, llenos de energia con ciertos pasajes melancólicos, cargados de emoción, lo cual sirve de escenario perfecto para la voz de Osbourne. Con temáticas variadas que van desde los cuentos de terror hasta cuasi crítica social, todas, por supuesto escritas, y desarrolladas por el príncipe de las tinieblas.

Muchos son los tópicos que se dan cita en este álbum, sin embargo no hay duda que que este es uno de aquellos discos que simplemente vuelan tu cabeza. Temas que a estas alturas ya son iconos de toda una generación (y también lo son de una nueva generación que juega Guitar Hero), se suceden uno tras otro para transportarnos justo a ese momento en donde el animal le ladra a la inmensidad de la noche, en donde sólo la luna comprende el mensaje que en ese críptico dialecto se ha enviado. Bark at the moon logra conectarnos con ese rock esencial que nos acelera el corazón y que nos saca a pasear en una fría noche de invierno.